Shanghai, 05/05/07

Esto va a ser, como supongo que haré a menudo, una trascripción más o menos literal de mi diario.

¡Qué grande la ilusión! Qué lástima que el tiempo haga que se pase, soy consciente. Pero saber que eres la persona más feliz que anda por la calle, te hace aún más feliz. Simplemente el hecho de estar en un sitio tan original, de tener presente que estoy haciendo realidad las cosas que pueda desear, hace que me venga una sonrisa a la cara. Esta tarde me he ido a cenar solo a un sitio que tenía pinta de ser la primera vez que veían a un extranjero, la única palabra que me han sabido decir en otro idioma que no fuera chino ha sido "money". ¡Qué situación más estupenda! No había ninguna posibilidad de comunicación oral, la camarera hablando en su idioma y yo diciéndole "inglis, inglis, du yu spik inglis?" y nada, ni eso entendía, sólo podíamos sonreírnos encogiéndonos de hombros con gesto de "qué le vamos hacer, tú habla mucho, que no te escucho", pero sin dejar de hablarnos a pesar del nulo entendimiento. Vivir cosas así simplemente me emociona.

Otra de las cosas que he hecho después ha sido ir al Wal Mart; resultan impresionantes algunos precios, literalmente te descojonas al ver que unos vaqueros te pueden costar 5€, un balón de fútbol, como el que me he comprado, 3€, o una bici 28€, 60€ si la quieres con marchas y suspensión.

De nuevo quiero remarcar lo grande que es ir por la calle con una sonrisa de oreja a oreja, aparentemente sin sentido, pero producida por la satisfacción de esttar aquí, en una situación tan especial y diferente de lo normal y de ser fiel a mis deseos y hacerlos realidad.