Si soy un loco por vivir esta aventura, ¿qué son los que tienen sueños y no los cumplen?

miércoles, 1 de agosto de 2007

Yiwu y Hangzhou

Shanghai, 01/08/07

Este fin de semana tocó excursión, concretamente a Yiwu y a Hangzhou. Si alguien quiere montar un negocio de lo que sea, que me lo diga, que yo me doy una vuelta por Yiwu y le compró lo que le haga falta a un precio insuperable, desde un botón hasta una sierra mecánica. Es un mercado mayorista colosal, 600.000m2 y miles de tiendas clasificadas por productos. Los precios, como digo, eran de risa, o de sonrisa al pensar en venderlos en España y llevarte un pellizco. ¿Piercings para el ombligo por 8 cént? Sí. ¿Una cerradura con su juego de llaves por 20 cént? También. Y así todo. En cualquier caso Carla y yo no compramos nada ya que no puedes comprar una simple pulsera, tiene que ser una caja. Sandra se quedó ahí tres días porque tenía que hacer negocios y sí que se llevó unas cuantas cosillas.

Como no pintábamos nada allí nos fuimos a Hangzhou, que es una de esas ciudades que consideran bonitas y que hay que ver. La gracia de la ciudad es el lago que tiene, todo precioso con islillas por en medio, puentecillos, vegetación… todo muy cuidado y de esos sitios que dices, “oooh, que bonito”. Aparte de eso sólo visitamos la reconstrucción de una pagoda con escaleras mecánicas, ascensor y todo completamente anacrónico, que resultaba realmente chocante. Realmente es todo un negocio, creo que en Zaragoza deberíamos hacer lo mismo y reconstruir cualquier casucha romana y ponerle un montón de monedas alrededor para que la gente se anime a lanzar una, porque aquí desde luego les resulta rentable. En el “space” pondré las fotos de los montones de monedas e incluso billetes que la gente había tirado en los cimientos de la pagoda, impresionante. Un par de anecdotillas, una que del calor que hacía acabamos bañándonos en una fuente, Carla completamente vestida y yo ahí en medio en calzones. Y otra que me recordó a hace cuatro años cuando camino de la playa se nos estropeó el remolque en medio de la nada. Bajo el sol infernal en medio de una zona semidespoblada decidimos ir a bañarnos al río enorme que tiene la ciudad y al ir a aparcar la bici, ¡pumba!, agujero y reventón. Ponte a andar con la ayuda de un bono-chino (concepto que ya he explicado en otras ocasiones) buscando un sitio que te la arreglen. Finalmente, después de una larga caminata y como un cangrejo por el sol, encontramos un sitio, me la arreglaron, nos tomamos un helado y nos cobraron la “barbaridad” de 30 cént, 10 por el helado y 20 por el reventón con el que estuvo unos 20 minutos. Por último decir que notamos algo raro en el ambiente de la ciudad, discotecas muy chulas, pero poca gente, y de la gente que había observamos repetidamente comportamientos un poco sospechoso entre algunos (y al decir algunos no incluyo a algunas), al margen de que a mí un filipino que daba miedo me tiró los trastos directamente.

1 comentario:

  1. Espero que pronto te caduque la visa y te vayas con tus historias patéticas a otra parte

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