Shanghai, 26/05/07
Venga, vamos a sumarnos un par de puntos más de
experiencia. Ayer fuimos Txin y yo al Parque de la Gente,
Renmin Park, donde pudimos tomar algo en un sitio chulo, chulo, el
Barbarrosa, plantado en medio de un estanque con nenúfares y todo decorado al detalle. La verdad es que yendo a sitios así no diferencias entre Europa y China en lo que a precios se refiere.

Después de que se fuera Txin, yo me quedé para buscar la
inspiración en ese remanso de paz y poder escribiros algo profundo, que me parece que como no os hable de la fosa de las Marianas va a ser difícil. Fue entonces cuando se dirigieron a mí una china y un par de chinos con los que acabé sentado en el césped improvisando unas
clases de chino. Era curioso que no eran los primeros que espontáneamente me hablaron, antes con el Txin ya lo habían hecho un par de grupos de chinitas, y eso ya me hacía sospechar que algo
querrían. La cosa es que después de un rato de charla, risillas e intentos de que yo dijera algo en chino nos fuimos a tomar un té. Y aquí viene un punto de experiencia porque fuimos a una
casa de té en plan educativa, que te explicaban con todo detalle la
forma tradicional de tomarse el té, que si primero un té que no te bebes para
limpiar la taza, que si mira como lo
sirvo, que si te lo tienes que tomar en tres
sorbos, que si pones los
dedos así significa tal, que si te tienes que
restregar el vaso por la
cara y ponértelo en el
ojo... Estábamos en una
sala privada, con la
camarera delante nuestro explicándonos todo y preparándolo, con todos sus
bártulos, unos diez botes diferentes de té y nos enseña unas
fotos de unos que cultivaban té en la conchinchina, de cómo lo traían en burra..., y aquí viene el segundo punto de experiencia, yo me estaba diciendo que toda esa
parafernalia tenía truco, porque menudo ritual, así que pedí la carta de
precios y vi que me la iban a meter doblada y del revés. Como la cosa merecía la pena me dejé engañar un poco y probamos un par de tés, la china me insistía en que si era muy guapo, que este té te hacía más guapo aún, que tenía mucha suerte de poder estar ahí y que aprovechara para probar más tés..., vamos olía eso al
timo de la estampita que tiraba pa’ atrás. Al final desde luego no accedí a tomarme un tercero, pero la china se pilló una cajita de té, que con mucha fe me preguntó si se la regalaba, con una respuesta en forma de
carcajada por mi parte, porque la dolorosa fueron unos ¡¡85€!! Evidentemente no les tocó el gordo, véase extranjero forrado que está gordo de lo bien que come y se ofrece a
invitar, y me limité a pagar mi parte, unos 12€, que realmente ya es un huevo; pero algo habrá que pagar por los puntos de experiencia. Lo que me fastidió es que
no me dejaran hacer fotos :(
Para terminar os pongo un
vídeo de mi vuelta a casa.
Por cierto, tengo que mencionar que nuestro amigo
Edu se unirá a esta aventurilla del 6 al 21 de junio, lo cual me congratula bastante y espero pueda servir de
referente para otros posibles visitantes.
¡Ah, ya he cumplido un mes aquí!
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