Llegué a Christchurch, ciudad que a pesar de ser la más importante de la isla Sur no tiene nada interesante, y comencé a plantearme cómo recorrer la isla, porque así como hasta ahora había estado en sitios más o menos estáticos, Nueva Zelanda es para recorrérsela y ver muchos lugares, por lo que necesitaba un medio de transporte. Estuve tres semanas en la isla Sur, demasiado poco tiempo como para comprarme un coche y demasiado caro para alquilarlo. Un checo de donde me alojaba me dio la solución. Él llevaba toda la vida viajando haciendo autoestop y me habló de ello; así que después de un par de días, como necesitaba moverme porque estaba perdiendo el tiempo, me decidí por probar. Me cogí un bus urbano y me fui a las afueras, y desde ese momento hasta que tuve que tomar otro autobús para ir al aeropuerto para irme ya no volví a gastarme ni un céntimo en transporte y me hice miles de kilómetros, conocí decenas de coches y llegué a absolutamente todos los sitios que me propuse. Es sin duda la mejor solución para viajar en ese país si vas solo. Fue lo mejor y era increíble lo bien que funcionaba, lo normal era no esperar más de diez minutos, a veces ni uno, una vez saqué el dedo y no paró el primero que pasó, sino el anterior. La mitad de las veces era algo particular, alguien con una vida singular, un personaje curioso, situaciones atípicas, en definitiva, aparte de barato, que incluso alguna vez me invitaron a algo, entretenido. Por contar una de tantas, una vez me recogieron dos jovencitas muy monas con una camioneta con cama detrás. Yo fui todo el tiempo acostado, pero temeroso, ya se sabe que en esto del autoestop no te puedes fiar, de que me llevaran a algún sitio apartado y de alguna sucia forma me hicieran pagarles por el viaje. Desgraciadamente no me cobraron, pero es el sueño de todo autoestopista y soñar es gratis. De todas formas no siempre es tan fácil, hubo un par de veces que estuve más de una hora, u otra que en unas tres horas y tres coches me hice quince kilómetros. Esa vez me costó ocho horas hacerme 350km, que pensándolo de otra manera aún es más rápido que el autobús en India o Nepal. El problema está a veces que por mucho que sea la "autopista", puedes no ver un coche en un rato por lo que ya expliqué en el post anterior de que está vacío.
La primera parada fue Wanaka, sitio que si tienes una familia y una lancha es ideal para pasar el fin de semana dando vueltas en el lago con las otras lanchas y las otras familias. Si no casi te puedes olvidar, aunque hay algo que sí merece la pena, la caminata del glaciar Rob Roy. Fue mi primera caminata y bien mereció la pena, porque era realmente bonito, todo el camino entre los árboles para llegar al final a estar enfrente de un glaciar y unas cascadas. Además sirvió como calentamiento porque no costaba mucho, un par de horas ira y vuelta. La anécdota de Wanaka fue que llegué de noche y después de una vaga comprobación no encontré alojamiento. Siendo que era la primera vez que había hecho autoestop y estaba emocionado de lo bien que había funcionado, no hubo mejor guinda para mi pastel que ponerme a dormir en un parque con mi saco. Estaba entusiasmado, pero no sabía lo entretenido que iba a ser. A las tres de la noche oigo un ruido, me incorporo y veo que son los aspersores, miro y al ver que no me alcanzan sigo durmiendo. Una hora más tarde vuelvo a oír el mismo sonido, me vuelvo a levantar, era la siguiente fila de aspersores. Me da la impresión de que tampoco llegan y me tumbo de nuevo. En seguida escucho el sonido más cerca, me había equivocado, ¡sí que llegaban! Me cubrí lo que pude con la funda de la mochila y dejé que me duchara la primera oleada para luego coger todos los bártulos e irme corriendo a buscar otro sitio más hospitalario en mitad de la noche. ¡Qué gracioso cómo me lo paso!, ¿eh? Aprendí muchas cosas de supervivencia en el tiempo que estuve en Nueva Zelanda, que hacer autoestop es la forma más económica de viajar fue la primera, la segunda fue que si duermes en un parque te fijes antes en los aspersores. Al final del viaje pondré una lista de todo lo que se aprende viajando que voy anotando, ya tengo unas cuantas cosillas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario