Si soy un loco por vivir esta aventura, ¿qué son los que tienen sueños y no los cumplen?

domingo, 30 de marzo de 2008

Sydney

Guadalajara 29/03/08

Después de llegar por tercera vez al aeropuerto de Sydney, por fin me quedé a visitar la ciudad. Sydney es una bonita ciudad, con un buen clima, al lado del mar, muy cosmopolita, mucha gente por las calles pero sin agobios, con muchas zonas verdes, cuidada, limpia y agradable para pasear. Un punto muy bueno que tiene es la fiesta, porque todos los días encuentras buen ambiente y como hay mucha competencia se esfuerzan por hacer cosas originales y ofrecer muy buenas ofertas. De hecho en mi hostal, the Maze, que no recomiendo, nos dieron unos cupones para quince consumiciones completamente gratis en distintos bares, que recorrimos sin gastarnos un dólar. Lo del alojamiento es lo peor, porque la calidad es malísima y el precio no es precisamente bueno, así que sólo puedo desaconsejar el mío pero no puedo recomendar ninguno, aunque visité varios y a excepción de los YHA, que son un poco caros, no vi nada bueno.

El famoso puente de la bahía es de los más espectaculares que he visto. Cobran $160, unos 100€, por darte un paseo hasta la cima del arco. Todo el mundo dice que merece la pena, la verdad es que debe ser impresionante y maravilloso, pero tener 100€ en el bolsillo me parece más maravilloso.

De la simbólica ópera sólo diré que es algo impresionante, pero no exagerado, es muy bonita, eso sí, y el emplazamiento perfecto.

Como el cachondeo me salía tan barato me di el homenaje de ir al mercado de pescados, sitio de obligada visita si te gusta el marisco, y me compré una bandeja enorme de sashimi variado, cuarto de kilo de unos langostinos buenísimos y los más fácil de pelar que haya visto, parecían desmontables, y media docena de ostras. Como un señor. Acabé jarto y encima tampoco me salió muy caro. Con la misma excusa y a petición de unos amigos holandeses, me di otro homenaje y un día fui con ellos a un restaurante español. Estuvo genial recordar el sabor de las papas bravas, los mejillones a la marinera y las albóndigas con salsa de almendras. Impecable, exquisito.

Con uno de los holandeses me fui un jueves al mejor fiestón que he estado en mucho tiempo. Primero barra libre de cerveza, vino y champán durante una hora, una locura, y gracias a eso no me gasté nada. Luego un animador hizo que algunos seleccionados como yo jugáramos a un juego. Había que ir recolectando de la gente los objetos que te iba diciendo. Los finalistas acabaron con un vaso vacío, una chancleta, una moneda, un calcetín blanco y un sujetador. Graciosillo, pero lo mejor aún no había venido. Lo siguiente pelea en una piscina hinchable llena de gelatina. También ameno. Pero lo mejor fue la fiesta de espuma, con la música dancera perfectamente seleccionada incluyendo grandes éxitos de discoteca de ayer y siempre, la locura de luces y el buen rollo con todo el mundo. Yo estaba pletórico desde el primer momento cuando partimos del hostal todo el mundo en un autobús con la música a todo trapo. Inmejorable.

El zoo de Sydney me pareció estupendo, merece la pena. Las jirafas están bien, el espectáculo de aves es curioso, pero destacan sobre todo lo magníficos que se ven los leones y los chimpancés, que son graciosísimos, además pude ver a uno que tenía ganas de marcha y le daba matarile a una que era muy "mona", mientras la otra se notaba que le intentaba decir que que no fuera tan pesado, que le dejara en paz, igualito que en los humanos. Lástima que al maldito ornitorrinco no lo conseguí ver, los gorilas no estaban y el show de los leones marinos tampoco.

 

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